lunes, 31 de octubre de 2011

Día de Muertos (Hanal Pixán)

Por: Roció Elizabeth García

CAMPECHE, CAMPECHE.(SBC).- ¿Qué les parece si hoy hablamos de la tradición del día de muertos en Campeche y la próxima semana continuamos con el Decálogo del Abogado? Cada uno de los estados de la republica Mexicana tiene diferentes maneras de celebrar el Día de Muertos, y hoy les contare la forma en que lo celebran en Pomuch, Hecelchakán municipio del estado de Campeche.

El viernes 28 de Octubre yo, junto con unos amigos de La Facultad de Derecho viajamos a Pomuch para adquirir los ricos panes que ahí venden y aprovechamos la ocasión para visitar el cementerio y conocer la forma en que ellos celebran el Día de Muertos. Al entrar al cementerio, podemos a simple vista sorprendernos al ver los cráneos y fémures expuestos a la intemperie y que a cada paso en el camposanto, los restos humanos cobran matices distintos, esto se debe a que los habitantes de este lugar acuden año con año a limpiar los restos óseos de sus familiares, ya que se cree que al morir, el alma deja el cuerpo para dirigirse a un lugar destinado para este fin y que merece la atención necesaria de los familiares. En el cementerio se tiene la costumbre de exponer las osamentas en los Osarios (cajas de madera). El ritual comienza limpiando los huesos uno por uno con ayuda de una brocha, una vez realizado esto se quita el paño bordado que lo cubría anteriormente y se limpia la caja u Osario. Una vez hecho todo esto se dispone a colocar un paño nuevo igualmente bordado con el nombre del difunto y colocando dentro de él los huesos, se comienza con los huesos largos, siguen las costillas, los huesos planos y cortos y se finaliza colocando el cráneo, y si el difunto aun conserva parte de su cabello se coloca encima de este. Es importante recalcar que para poder realizar esta actividad se requiere que el difunto tenga por lo menos entre 3 y 4 años de fallecido. Cuando se cumpla el periodo y más si el panteón requiere de nuevos espacios para los que van muriendo, el cuerpo del hombre o de la mujer son exhumados. Abren el ataúd, dejan que el o los cadáveres se oreen sobre las bóvedas y cuando el olor se lo ha llevado el viento, entonces es ahí cuando sus familiares, pieza por pieza, lo introducen en una caja de madera y lo llevan a una cripta en donde compartirá morada con otros conocidos o desconocidos. En algunos osarios pudimos observar cuerpos que aún conservan su piel disecada y para que puedan entrar en los osarios es necesario cortarlos. Doña María, habitante de esta comunidad, nos comenta que esto se debe al consumo de medicamentos que tenia la persona fallecida, ya que una persona que ha muerto de forma natural, es exactamente a los 3 años que queda completamente transformada en esqueleto. Tal vez para mucho esta costumbre resulta un poco terrorífica pero para los pobladores de ahí es de lo más normal. Pero al igual que hay Osarios bien cuidados y recién limpiados hay algunos que están en el completo abandono, esto se debe a que los familiares del fallecido han cambiado de religión y hacen caso omiso de esta costumbre. Algunos familiares por falta de tiempo recurren a los servicios de los encargados del panteón, que entre sus funciones tienen la de limpiar los restos óseos por la cantidad de 15 pesos por persona, algunos parientes acostumbran a rezar un rosario mientras limpian al difunto, otros les platican de los sucesos ocurridos en ese año. Pero aquí no acaba todo, en sus casas los familiares colocan su altar con el tradicional pibipollo. El pibipollo es un enorme tamal de aproximadamente 50 centímetros de diámetro, y 10 de espesor, el cual está relleno de un guiso de gallina, cerdo, achiote, jitomate, cebollín, epazote, chile habanero, manteca de cerdo o aceite, a veces frijoles xpelón (frijol de la región); los envuelven con hojas de plátano, los amarran con tiras de majagua y los depositan en el horno.
"La vida de los muertos está en la memoria de los vivos." Marco Tulio Cicerón

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