* Por Fernanda López
Semanario Balún Canán/ TIJUANA, B. C., (SBC).- Dicen que el que calla, otorga. Gracias a dicha frase es que me encuentro aquí comentando el más reciente hecho que dio lugar en el escenario de los Oscar, donde el actor Will Smith sorpresivamente abofeteó al comediante Chris Rock, hecho que bien se sabe sigue vigente hasta el dia de hoy, pues no han faltado las críticas, comentarios y contrapartes acerca de lo sucedido.
Tras la incomodidad del momento y después de las disculpas y justificaciones que el propio
actor compartió en su discurso después de recibir un galardón, podemos encontrar múltiples
opiniones a favor de él y en su contra.
Parte de sus palabras fueron: “El arte imita a la vida. Parezco el padre loco, tal como decían
de Richard Williams”, entre lágrimas dijo. "Pero el amor te hará cometer locuras". Frase que
puso en tela de juicio muchas creencias pues, en el romanticismo de su defensa encerró la
violencia ‘justificable’ del amor.
Reflexiones que no tardaron en ser escuchadas en redes sociales como instagram donde
alegan es preocupante la manera en la que el actor enfrentó la situación, debido a que su
acción y discurso recaen en un trasfondo machista pues pocos se han preguntado por Jada, su
esposa, quien fue el blanco de este que muchos consideraron un ‘mal chiste’.
Mujer que después de todos los hechos ocurridos terminó reducida al papel de doncella en
peligro, centrando la atención pública al ajuste de cuentas de dos hombres que, aunque
agresivos en distintas formas, no hicieron más que ofender la integridad de la actriz.
No cabe duda que Will Smith ganó el Oscar a mejor actor en su peor noche, pero también
abrió un extenso debate en el que puedo concluir: aún nos queda un largo camino por recorrer
como sociedad, un espacio abierto para reflexionar sobre la errónea idea de protección que
sigue representando la figura masculina. Eso no es lo que las mujeres quieren
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