* Magaña Mosqueda propone que el juez ante la presencia de conflictos que impidan la convivencia de los hijos con los progenitores, luego de la separación conyugal, cuente con el auxilio de un centro especializado que permita el encuentro familiar, consistente en un espacio neutral y eficaz para fortalecer el derecho fundamental de los niños a mantener relaciones con sus familias.
MEXICALI,B.C.(SBC).- El Diputado Ricardo Magaña Mosqueda, presentó ante el Pleno del Congreso del Estado, una iniciativa para reformar la Ley Orgánica del Poder Judicial con el objetivo de crear un centro de convivencia familiar supervisada, que tiene por objetivo, que bajo la supervisión de la autoridad Judicial, se tenga un punto de encuentro donde los tutores y lo menores sujetos a procesos de desintegración familiar puedan convivir sanamente. En la última sesión del Poder Legislativo que tuvo verificativo el 27 de marzo pasado, el Legislador Magaña Mosqueda señaló que dado al reciente y constante deterioro del tejido social, se ha generado el incremento del número de divorcios y separaciones de parejas unidas fuera de matrimonio, así como desavenencias y conflictos diversos del orden familiar, lo que trae aparejado, lamentablemente, consecuencias severas, particularmente para los hijos, debido a su corta edad y a su dependencia filial, quienes sufren, entre otros, los efectos de la incomprensión en la pareja, el distanciamiento, muchas veces obligatorio, de uno de los progenitores y su consecuente carga emocional negativa.
“Una vez trasladada al ámbito legal la separación conyugal y de las parejas unidas fuera de matrimonio, el juzgador debe contribuir a que las relaciones entre padre e hijo tomen el cauce necesario a fin de obtener los nobles beneficios de esa vital convivencia. En muchas ocasiones las medidas tomadas por el juzgador son incomprendidas y crean resentimiento en el cónyuge que se ve limitado a convivir con sus hijos escaso tiempo y más aun que dicha determinación no se acate por el otro progenitor y difícilmente el juez puede intervenir, dado que la contienda judicial ha sido resuelta definitivamente y para la ejecución de la misma se convierte en un juego de nunca acabar”, agregó.
Para ello, Magaña Mosqueda propone que el juez ante la presencia de conflictos que impidan la convivencia de los hijos con los progenitores, luego de la separación conyugal, cuente con el auxilio de un centro especializado que permita el encuentro familiar, consistente en un espacio neutral y eficaz para fortalecer el derecho fundamental de los niños a mantener relaciones con sus familias.
“La convivencia paterno-filial en aquellos casos que, a juicio de los Titulares de los Juzgados de lo Familiar, no pueda realizarse de manera libre o se ponga en riesgo el interés superior del menor, debe de ser atendida por el Estado, a través del suministro de un lugar neutral, digno y decoroso, donde los padres puedan llevar a cabo los encuentros con sus hijos”, aseguró.
Estos espacios, dijo, pueden servir para la entrega y recepción de menores por parte de los padres o tutores que ejercen la guarda y custodia hacia los que no la ejercen, cuando las visitas no requieren supervisión y se realizan fuera del centro. Además de que los centros podrían generar elementos técnicos de ponderación para la resolución de controversias familiares, a través de evaluaciones psicológicas de menores y/o progenitores.
“Las situaciones referidas con antelación, ponen de manifiesto la necesidad de crear, en el ámbito judicial, un centro que reúna las características indispensables para la convivencia familiar supervisada entre los padres y sus menores hijos respecto de quienes ejerzan la patria potestad, pero no la custodia, como consecuencia de los conflictos y controversias del orden familiar; así como entre parejas distanciadas y entre ascendientes y descendientes que eventualmente mantengan algún conflicto”, concluyó.
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