sábado, 8 de octubre de 2011

Los celos ciegan y enlutan familias



* En Playas de Rosarito, otro caso en el cual atropellan aun joven para arrancarle la vida
TIJUANA, B.C.(SBC).-
Hace pocos meses en Popotla, arroyaron a propósito a Arnoldo García Salcedo, por una cuestión baladí, perdiendo la vida en el instante. El autor dejó una camioneta Ram abandonada lejos de ahí. Similar al caso que tuvo verificativo el sábado 24 de septiembre, el atropellamiento de un joven de 24 años, quien lamentablemente perdió la vida. El Agente del Ministerio Público del Fuero Común, Unidad Orgánica de Homicidios, con los datos recabados en el lugar de los hechos, abrió la Averiguación Previa 2162/11/207/AP. De acuerdo a la declaración de varias personas, este acontecimiento es el colofón de viejas rencillas que crecieron a través de casi un año. El responsable del incidente y la víctima se conocían. De hecho habían sido amigos. Así es, Ramsés Jesús Martínez Villanueva, quien fue atropellado y César Antonio Covarrubias Cárdenas, presunto responsable, nueve años mayor, quien ya se encuentra en la Penitenciaria, se conocían de hacía tres años. Ambos vivían en la misma colonia y tenían amigos en común. Después de que César se separó de su pareja, con quien procreó un hijo, la mujer comenzó una relación con Ramsés. Hace meses César traspasó la reja de la casa donde vivía Ramsés en la Lucio Blanco y comenzó a patearle la puerta. Los habitantes de otras viviendas del mismo predio, jóvenes en su mayoría, junto con Ramsés, salieron y lo golpearon. El intruso acabo con varios “piquetes” y siempre se creyó que el autor de esas lesiones había sido su rival, aunque existen testigos directos que señalan que fue otra persona. El lesionado nunca interpuso denuncia alguna, no así su ex pareja, quien luego levantó un Acta Ministerial por Hostigamiento y Amenazas, ya que el padre del niño no la dejaba en paz y la amagó con hacerles daño a ella y su hijo. Unas semanas antes del atropellamiento, César Antonio junto con otros jóvenes, llegó a donde Ramsés vivía últimamente, con la familia Sevilla, en la misma Colonia; le aventaron una veladora al patio y le gritaron maldiciones. Iban en una camioneta. El día del fatal accidente, Covarrubias y otro llegaron a esa misma dirección y entraron al patio bajando de una camioneta Blazer. Algunos dicen que armados, lo que provocó que Ramsés huyera saltando la barda trasera. Otro vehículo lo estaba esperando con sujetos a bordo. César y su acompañante abordaron la camioneta y fueron tras su víctima, arrollándolo, dejándolo tirado abajo del vehículo. Las investigaciones prosiguen en el Juzgado Penal de Primera Instancia del Partido Judicial en Playas de Rosarito, mientras que los familiares de los involucrados tratan de aguantar enorme pena.

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