El mercado del arte en México es un mercado en construcción, es un mercado con mucho potencial porque hay artistas de excelente calidad, excelentes galerías, teatros y comunas así como profesionales no siempre bien reconocidos.
Es aquí cuando los espacios alternativos de arte surgen como una necesidad de buscar reductos fuera de las estéticas e instituciones artísticas dominantes con el objetivo de albergar expresiones artísticas nuevas, frescas y ajenas a intereses comerciales.
En estos lugares podemos encontrar arte osado y arriesgado que niega el confort del cubo blanco en pro de la experimentación, llevando al límite las concepciones mismas de "arte", o también uno que otro alternativo que nadie logra entender pero encuentra lugar en su pintura, palabra o danza.
Empezando desde el principio, el arte popular mexicano nos permite ver la enorme riqueza de la cultura mexicana, resultado de una mezcla de distintas culturas y tradiciones, algo que sucede también en otros países americanos: lo prehispánico y los indígenas, las tradiciones europeas y la religión católica.
Sus orígenes son fruto de la conjunción de las más antiguas tradiciones, siendo posible encontrar en sus piezas influencias de Mesoamérica, Europa o Asia. Se trata de una síntesis cultural que se funde en formas majestuosas, vivos colores y materias primas únicas, que son fruto de la multiplicidad de regiones y culturas en las que los artesanos consolidan su identidad, al tiempo que ofrecen al mundo la oportunidad deleitarse con la belleza de su obra.
Pero aquí terminamos, para comenzar con un recorrido, lento pero conciso, de cómo surgió el arte en México y como fue creciendo, mermando y esparciendo el interés en la población, con epocas doradas y otras de deterioro pero persistiendo hasta hoy en día.
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