TIJUANA, B. C. (SBC).- El “No se hagan bolas”, es una expresión popular, que se utiliza, para acabar especulaciones, conjeturas o rumores, en torno a un asunto, y precisar que todo está claro.
Se atribuye al Presidente Carlos Salinas de Gortari, el uso de esta expresión, cuando se especulaba que el protagónico Manuel Camacho, podría sustituir al finado Luis Donaldo Colosio Murrieta, como candidato priísta a la Presidencia de la República.
Para acabar, de una vez por todas, con tales rumores, dicen que Salinas expresó tajante : “No se hagan bolas, el candidato es Colosio”.
Pero, no solamente en temas de política se puede utilizar esta expresión. Este fin de semana, un experto en urbanismo y técnicas de construcción, luego de expresar el “no se hagan bolas”, explicó al columnista lo que realmente pasó y sigue pasando con el estacionamiento público construido junto al Palacio Municipal de Tijuana.
El asunto es realmente sencillo. La estructura de dicha obra, fue hecha para soportar una capacidad de 400 kilos por metro cuadrado.
Supuestamente el exalcalde panista, Jorge Ramos Hernández, a fin de impedir que en la loseta superior del estacionamiento se efectuaran manifestaciones de protesta o reclamos, ordenó que se habilitara como área jardinada.
En especial, se trataba de desalentar el uso de la loseta, para que no se presentaran reclamos al construirse la plaza “11 de julio”.
Para ello, se efectuaron rellenos de tierra, con espesor de 60 centímetros, que implicaron un peso de 480 kilos por metros cuadrado. Con eso, se rebasó en 80 kilos por metro cuadrado, la capacidad de dicha loseta.
Además de esto, la pura loseta implica un peso equivalente a 240 kilos por metro cuadrado. El sobrepeso, es de 320 kilos por metro cuadrado, casi el doble de su capacidad.
Las supuestas fallas, trascendidas en días pasados, cuando se trató de realizar ahí el Grito de Independencia, en realidad ya se habían venido registrando de tiempo atrás, pero ante algún señalamiento, ante la negativa de la celebración del evento patrio, sin avisar a las autoridades municipales, los concesionarios empezaron a construir zapatas de concreto y a colocar sobre estas tubos de acero, adheridos a las viguetas, con placas con soldadura.
Dichos acondicionamientos, obviamente, se realizaban sin permiso alguno, por lo que la semana pasada, al ser detectadas por el Secretario de Desarrollo Urbano, Ing. Roberto Sánchez, al atender llamado del Síndico Social, Ing. Bernabé Esquer, ordenó la suspensión de las mismas.
El experto en construcción, que explicó al columnista el origen de tales fallas, advirtió que las supuestas obras de soporte de las vigas, pueden ser contraproducentes, al alterar la capacidad de soporte de la estructura, con resultados que pueden ser lamentables.
Por otra parte, uno de los activistas del movimiento de defensa del Parque Benito Juárez, se comunicó con el columnista, vía correo electrónico, y explicó que durante el tiempo que permanecieron en la zona, para tratar de impedir la tala de árboles, por lo de la proyectada plaza “11 de julio”, se percataron que el proyecto del estacionamiento sufrió múltiples cambios.
Dijo que precisamente uno de los primeros cambios, fue por el hecho de que, cuando iniciaron la construcción del estacionamiento, no estaba contemplada la estructura del zócalo. Tuvieron que hacer excavaciones profundas, para colocar pilares que se pretende lleguen a ser el soporte de la estructura de la plaza “11 de julio”.
Así mismo, recuerda que inicialmente se pretendía que el estacionamiento tuviese tres niveles. Pero al hacer las excavaciones, se encontraron que en el subsuelo había un manto freático, con abundante agua, que les provocaba inundaciones. Tuvieron que utilizar bombas especiales para extraer el líquido, constantemente.
Finalmente, decidieron ya no excavar más y optaron por reducir el proyecto a solamente dos niveles. Sobre estos, se colocó la loseta, que serviría para reuniones masivas, pero debido al sobrepeso y a la deliberada intención de que no hubiese ahí manifestaciones de protesta, rebasaron la capacidad de peso de la estructura.
Recuerda, que en una ocasión, al estar haciendo la excavación, al parecer dañaron la cimentación del Palacio Municipal, pues se escuchó un “espantoso ruido”, que provocó que todos los trabajadores de la obra salieran asustados. Se desconoce si la autoridad municipal verificó esto para hacer constar que el edificio de gobierno no sufriera daño alguno.
Al final de cuentas, la codicia y la negligencia, tanto de los concesionarios del estacionamiento, como de las autoridades municipales responsables de vigilar el desarrollo de la construcción, y ahora del funcionamiento del estacionamiento, han dado lugar a que ahora nadie pueda garantizar la seguridad de los usuarios de dicha obra.
Pareciera que se trata de algo sin importancia. Las autoridades municipales, ni sudan, ni se acongojan. Para nada han tomado en cuenta aquello de que “más vale, prevenir, que lamentar”.
Falta que alguien, que si sepa de urbanismo y construcción, les diga : “no se hagan bolas” y les explique cómo es que pueden solucionar el problema. Porque, evidentemente, los encargados del área de obras públicas, del gobierno municipal, cobran, pero no saben.
gil_lavenants@hotmail.com
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