* El objetivo es ofrecer atención a la comunidad de manera incluyente, sin distingo, en base al diálogo y la empatía
Semanario Balún Canán/ TIJUANA, B. C., (SBC).- Personal médico, de enfermería y trabajo social de Unidades Médicas Móviles de la Jurisdicción de Servicios de Salud Tijuana (JSST), reciben capacitación para atender a la comunidad de una manera incluyente, entendiendo sus necesidades en base a la edad, sexo, cultura y en general, las diversas maneras de pensar, siempre con el ánimo de servir y ofrecer los mejores servicios en salud.
Mary Carmen Reyes, coordinadora del Programa Promoción de la Salud de la JSST, explicó que los servicios que se ofrecen a la población no derechohabiente deben ser otorgados basados en una visión de reconocimiento y respeto de la diversidad cultural de nuestro país, ya que se busca promover servicios médicos que fomenten la satisfacción y el bienestar de las y los pacientes.
El servicio a la comunidad, dijo, debe estar basado en el respeto, en el sentido que se trate con dignidad a todas las personas; diálogo horizontal, al reconocer que no existe una verdad única o absoluta; compresión mutua, al ponernos en el lugar del paciente para entender sus puntos de vista y sus necesidades; y sinergia, cuando al resolver un problema desde enfoques diversos se encuentran las soluciones y los resultados más adecuados.
Quienes reciben la capacitación son instruidos para que procuren la satisfacción de las y los usuarios y pacientes, así como el respeto mutuo como norma fundamental.
Los prestadores de servicios de salud deben dirigirse a las y los pacientes y sus acompañantes con respeto, comprensión y amabilidad, independientemente del padecimiento que presente, origen étnico, género, edad, discapacidades, condición social, religión o preferencia sexual.
Es importante también que no se emitan juicios, prejuicios ni culpas respecto a la causa de la enfermedad del paciente, también deben evitarse las burlas o regaños relacionados con las creencias sobre los procesos salud-enfermedad-atención, en la atención de trabajo de parto, debe facilitarse la posición más cómoda o que desee utilizar la paciente, se debe fomentar la participación social y la comunicación asertiva con las comunidades locales, practicantes de la medicina tradicional y medicinas complementarias reconocidas.
El personal debe explicar claramente los pormenores de la enfermedad, tratamiento y cuidados, asegurándose de que las y los pacientes comprendan, lo que incluye a niñas y niños y en caso de no dominar el idioma español, deben buscar apoyo de intérpretes traductores.
Es necesario tener el consentimiento de las y los pacientes para revisarlos e informarles; si los fines son de diagnóstico o tratamiento y los procedimientos implican riesgo, el personal de salud responsable tendrá que obtener consentimiento por escrito, finalizó.
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