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TIJUANA, B.C.BALUN CANAN.-Históricamente el que esto escribe se ha dedicado a señalar a los malos funcionarios de cualquier nivel de gobierno, ha tratado de ser la voz de aquellos que han sufrido una vejación o un abuso de poder; desgraciadamente en esta ocasión un servidor fue víctima de estos abusos en carne propia, ahora por parte de unos elementos de la Policía Municipal de Tijuana: Quiero puntualizar que no acusamos a toda una corporación sino a unos cuantos elementos que se alejan de su responsabilidad de CUIDAR Y PROTEGER A LA CIUDADANÍA, convirtiéndose así en verdaderos delincuentes, empañando la labor de los buenos elementos. Hacia esos malos elementos se han dirigido mis denuncias públicas, denuncias derivadas de actitudes prepotentes, de abusos de poder e incluso de acciones que derivan en delitos de tipo penal, como el que ahora me sucedió. Los malos elementos pertenecen a la Sub Delegación Cerro Colorado. Cabe aclarar que las autoridades de esa demarcación, los mandos de la policía se han esforzado por limpiar su imagen, cambiando mandos medios. La agresión contra mí, fue de manos precisamente de un oficial que fue removido de su puesto, pues era Sub Jefe. Es un sujeto (no lo podemos llamar Oficial de Policía) de nombre RICARDO, quien cobardemente se negó a proporcionar su cargo y nombre completo. Este sujeto, con la patrulla No.P4654 levantaba una infracción afuera de mi domicilio; entonces un servidor sacó su cámara para captar la acción policiaca, este “oficial de la policía municipal” cosa que no le gustó y acto seguido me arrancó la cámara del cuello, tirándola al piso; procedí a recoger mi cámara y el tipo se me abalanza con la intención de quitármela nuevamente. Logré introducirme a mi domicilio y este sujeto uniformado se introduce también y me vuelve a tirar la cámara (dentro del domicilio) e intenta pisarla. En fin, rompió mi cámara, se introdujo a mi domicilio, me amenazó y agredió física y verbalmente, a mi esposa y a mis hermanos, arrebató cuanto teléfono celular y cámara veía, quitó objetos personales como la cartera a uno de mis hermanos. Todos estos hechos son constitutivos de delitos que la autoridad tiene el deber de investigar y castigar con todo el peso de la ley; vivimos en un estado de derecho en donde no puede mandar la ley del más fuerte. Unos cuantos no deberían manchar la reputación de toda una corporación. Lo anterior demuestra que todavía existen delincuentes incrustados en la policía municipal y lo que me sucedió es prueba de ello. Por supuesto presenté la denuncia correspondiente y agotaré todos los recursos legales e instrumentos que la misma ley otorga para que esta acción no quede impune, ya que cualquier persona puede ser la victima de este sujeto si no se le castiga. Piense amable lector, que posiblemente el próximo sea un familiar suyo o incluso usted mismo.
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