* El amor no se mide por cuánto dinero puede tener una pareja para poder adoptar, sino cuánto amor y cuántos valores le puedan ofrecer a ese niño.
MEXICALI, B.C. BALUN CANAN.-En la práctica, los sistemas de adopción no funcionan correctamente y es un tema muy complicado en varios países, incluyendo a México, donde los sectores se preguntan cómo ayudar a mejorar este sistema en nuestro país. La adopción no tiene que ser un calvario para los niños, padres adoptivos y madres biológicas pues el sistema que se emplea debería ser más eficiente.
Miles de parejas por algún motivo no pueden tener hijos y desean darle su amor y cuidado a pequeños que están muy solos, pero desgraciadamente no tienen cuentas en el banco repletas de dinero para convencer a quienes tienen bajo su custodia a los niños huérfanos o abandonados.
Aunque claro-, el proceso debe ser extremadamente seguro por la delincuencia que existe, pero muchas veces esto termina siendo un calvario tanto para los niños como para los futuros padres adoptivos.
Pueden pasar años para que un niño sea judicialmente apto para la adopción, cuando en esos años el niño se perdió del amor y cariño que unos padres pudieran haberle ofrecido desde el inicio de su vida.
Debido a estas fallas en el sistema de adopción, parejas desesperadas recurren
equivocadamente a maneras incorrectas e ilegales.
En Estados Unidos para tener un hijo el proceso es un poco más sencillo y lógico, la madre biológica puede escoger a quienes serán los padres adoptivos de su bebé, y hasta pactar visitas para que la verdadera madre pueda ver crecer a su hijo y ver cómo es tratado por los padres adoptivos.
Entonces por qué las autoridades de nuestro país no dan prioridad a esto, porque no piensan en el futuro de los niños, en que se les va una niñez en un cuarto encerrados con cientos de niños, y lo que piden a gritos es el amor de una familia, no la riqueza que puedan tener, y que no dejen sus expedientes por años en el Poder Judicial.
Por qué no pensar en los niños primero, en los años que pasan en fríos albergues sin hogar; vamos a pensar primero en la felicidad de un niño antes que en leyes que no les dan la oportunidad de ser felices.
El amor no se mide por cuánto dinero puede tener una pareja para poder adoptar, sino cuánto amor y cuántos valores le puedan ofrecer a ese niño.
Mejoremos entonces el sistema de adopción por el bien de nuestros niños y démosles la oportunidad de crecer en una familia que lo ame y apoye en su futuro.
Recuerden que ellos son los que están sufriendo y necesitando el amor de una familia. No ustedes.
Ayudémoslos a tener una infancia feliz y una familia amorosa.
Queremos niños felices y amados, no niños con ropas de marca e infelices.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tus comentarios