Brasil y México en el clímax total

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Fortaleza, Brasil.(SBC).- Brasil y México protagonizarán mañana uno de los clásicos latinoamericanos del fútbol y empezarán a definir la suerte del Grupo A de cara a octavos de final del Mundial de fútbol.
Ambos equipos acuden al duelo después de haber ganado sus debuts y se preparan para un choque que posee historia reciente y ánimos de venganza.
El conjunto anfitrión se presentará en el estadio Castelao de Fortaleza después de haber derrotado por 3-1 a Croacia en el estreno sin grandes destellos de buen fútbol.
En tanto, el equipo norteamericano tratará de repetir y fortalecer la imagen ofrecida en el 1-0 ante Camerún bajo la conducción del entrenador Miguel Herrera, ante un rival además que siempre le supone un estímulo especial.
A lo largo del siglo XXI, el conjunto mexicano se forjó como la gran bestia negra de la selección más ganadora de Mundiales de la historia.
"México es una piedra en el zapato para nosotros. Nos complican la vida desde hace más de diez años", sentenció el entrenador del anfitrión, Luiz Felipe Scolari.
La victoria de México en la final de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, con varios de los futbolistas que mañana estarán presentes en el campo, todavía no se terminó de digerir para el equipo anfitrión, que pensará en la venganza, pese a que es una palabra prohibida en el vestuario. México evitó el único triunfo que le falta a la "canarinha", el oro olímpico.

"Pensar en venganza puede perjudicar al equipo", advirtió Hulk.

México también logró victorias trascendentales contra los brasileños a lo largo de los últimos 15 años, como el triunfo por 3-0 en la final del Mundial Sub-17 de Perú 2005 o la victoria por 4-3 en la final de la Copa Confederaciones 1999.
"Claro que quiero volver a ganarles a los brasileños. Quiero anotarles otra vez, pero lo más importante es avanzar de fase", aseguró Oribe Peralta, el anotador de los dos goles mexicanos de la final olímpica en 2012.
El "Tri" ganó ocho y empató dos encuentros de los 14 enfrentamientos entre ambos desde aquella final de 1999 hasta la actualidad.
"No hay que pensar en la historia de este partido. A nosotros ninguna selección nos parece fácil, pero tampoco hay equipos que nos parezcan imposibles de ganar", aseguró Javier "Chicharito" Hernández.
Así y todo, el "Tri" todavía tiene una espina clavada respecto al anfitrión que podrá quitársela mañana en Fortaleza: perdió todos sus enfrentamientos contra Brasil en Mundiales y ni siquiera le pudo hacer un gol.
En Brasil 50, el anfitrión ganó el duelo entre ambos por 4-0; en Suiza 54 se impuso por 5-0 y en Chile '62 ganó por 2-0.
El último choque entre ambas selecciones también tuvo un buen sabor de boca para los dirigidos por Scolari, aunque se dio en situaciones diferentes.
Hace un año, también en Fortaleza y en la Copa Confederaciones, Brasil, con el mismo equipo exacto que inició el debut ante Croacia, derrotó por 2-0 a un México que apenas repitió cuatro jugadores en su estreno contra Camerún.

Hay posibilidades de que Scolari no pueda replicar esta vez el once inicial que utilizó ante los croatas en Sao Paulo: el extremo Hulk abandonó la práctica del domingo con un problema muscular y su lugar podría ser ocupado por Ramires.
Scolari aguardará hasta último momento la recuperación del jugador del Zenit de San Petersburgo, con la ilusión de poder repetir el equipo habitual.
Así, los locales formarán con: Julio César; Alves, Thiago Silva, David Luiz, Marcelo; Paulinho, Luiz Gustavo; Hulk (o Ramires), Oscar, Neymar; Fred.
Por el lado mexicano, todo parece marchar por el buen camino: se espera que el "Piojo" Herrera repita el conjunto que inició el encuentro ante Camerún en Natal.
La única duda del técnico mexicano radica en el mediocampo, ya que Marco Fabián, dinámico y explosivo, podría ingresar al conjunto titular en lugar de Andrés Guardado.
En principio, México saldrá al campo con: Ochoa; Aguilar, Rodríguez, Márquez, Moreno, Layún; Vázquez, Herrera, Guardado; Dos Santos y Peralta.
Dos colosos del fútbol latinoamericano vuelven a verse las caras en una gran cita: ánimos de revancha, motivación extrema y un estadio Castelao a reventar dan marco al partido que posiblemente defina al primer clasificado del Grupo A para los octavos de final del Mundial.